La proliferación de los casinos online se ha acelerado con la expansión de la tecnología digital y el acceso casi universal a internet. Plataformas que ofrecen juegos de azar como póker, ruleta, tragamonedas y apuestas deportivas están a solo un clic de distancia. Muchos de estos sitios no implementan controles estrictos para verificar la edad de sus usuarios, lo que facilita que menores de edad se registren y participen. Los adolescentes, atraídos por la promesa de ganar dinero fácil y la emoción del juego, encuentran en estos casinos una actividad emocionante y, a menudo, adictiva.

 Impacto en el rendimiento académico y comportamiento en los colegios

 Los profesores están en la primera línea de observación de los efectos de esta tendencia. En muchas escuelas, se reporta un aumento en la distracción y la falta de concentración en clase. "Empezamos a ver más casos a comienzos de 2023. Venían familias preocupadas porque observaban que, en las reuniones sociales de sus hijos, los chicos realizaban apuestas online o charlaban sobre el tema. En nuestro colegio empezamos a notar que algunos alumnos, en lugar de realizar las tareas con sus dispositivos, los usaban para apostar”, comenta Tatiana Nesis, psicóloga y coordinadora del equipo de orientación del colegio Northfield a La Nación.

Cecilia, mamá de Fabricio , de 13 años, contó a SoloAzar que, en marzo de este año, a principios del ciclo lectivo, entre los compañeros de colegio de su hijo armaron un grupo de WhatsApp con las 3 divisiones de 1er año de secundaria, para organizar un torneo interno con los partidos de fútbol. "En ese mismo grupo,  dijeron que cada chico lleve 3mil pesos para las apuestas".

La adicción al juego también se manifiesta en el aumento de comportamientos problemáticos. Hay casos documentados de estudiantes que recurren al robo para financiar sus hábitos de juego, así como un incremento en las faltas a clases. "Un alumno me confesó que dejó de venir a la escuela porque perdió todo su dinero y sentía vergüenza", añadió otra docente.

Consecuencias psicológicas y sociales

 Más allá del impacto académico, el juego online está causando estragos en la salud mental de los adolescentes. La Asociación Americana de Psiquiatría ya ha advertido sobre los peligros del juego patológico, que incluye síntomas como la depresión, la ansiedad y el aislamiento social. Los adolescentes que desarrollan una adicción al juego a menudo experimentan un ciclo de emociones intensas, desde la euforia de una ganancia hasta la desesperación de una pérdida significativa.

"Apuestan lo que ganan hasta que empiezan a perder y aparece el vínculo tóxico con el juego, que es lo que se llama ludopatía, que tiene como condición la pérdida”, explica Débora Blanca,, psicóloga especializada  en adicciones a Página 12 .  "Muchos adolescentes empiezan a jugar porque ven a sus amigos hacerlo o porque quieren impresionar a otros con sus  supuestas ganancias. Esto puede llevar rápidamente a un comportamiento compulsivo."

 La respuesta de los colegios y las familias

 Ante esta situación, los colegios están comenzando a tomar medidas. Algunas instituciones están implementando programas educativos sobre los riesgos del juego, mientras que otras están capacitando a los profesores para detectar señales de adicción y proporcionar el apoyo adecuado. Sin embargo, muchos educadores sienten que estas medidas son insuficientes sin el apoyo de las familias y la comunidad en general.

 Las familias también juegan un papel fundamental en la prevención y el tratamiento de la adicción al juego. “El adicto al juego necesita siempre perder porque cuando pierde es cuando se le arma la necesidad de recuperar lo que perdió; entonces vuelve a apostar y vuelve a perder porque el desafío es ver de dónde saca la guita para volver a jugar."

 Regulación y responsabilidad de las plataformas de juego

La regulación del juego online es otro aspecto clave para abordar esta problemática. En muchos países, las leyes sobre el juego en línea son laxas o están desactualizadas. En Argentina por ejemplo directamente no  existe una ley nacional sobre juegos en línea.  Sin embargo, 17 provincias han tomado la iniciativa de regular las apuestas online a través de sus propias leyes. No obstante, un obstáculo importante en este panorama es la presencia de sitios ilegales que operan sin control estatal. Estos sitios, que suelen promocionarse en redes sociales, representan un peligro para los adolescentes, quienes son especialmente vulnerables a sus tácticas de captación

Las plataformas de juego también deben asumir su parte de responsabilidad. La implementación de herramientas que permitan a los usuarios autoexcluirse, así como campañas de concienciación sobre el juego responsable, son pasos necesarios para mitigar el impacto negativo de estos servicios.

.Para finalizar, hay que resaltar que La tendencia creciente de adolescentes que juegan en casinos online es una señal de alerta que no debe ser ignorada. Los efectos negativos ya se están sintiendo en los colegios y en la salud mental de los jóvenes. Es imperativo que tanto las instituciones educativas como las familias y los reguladores trabajen juntos para abordar esta problemática, ofreciendo educación, apoyo y medidas preventivas que protejan a los adolescentes de los peligros del juego online.